Vamos a hablar sobre un tema que nos afecta a todos, el tema de la pandemia, del Covid-19 que ha entrado a nuestras vidas.
Les quiero platicar un poco, muy en relación sobre lo que estamos viviendo, sobre una instalación que se llama unidad de cuidados intensivos, esta instalación parte de una experiencia personal que tuve en terapia intensiva y entonces me di cuenta de esta vulnerabilidad que tenemos como seres humanos al estar en un espacio así.
En una unidad de terapia intensiva como paciente estás expuesto a sonidos, constantes erupciones, estás expuesto al dolor, miedo, sobre todo este tema de que te separan completamente de tus seres queridos en las que te sientes vulnerable como ser humano.
A raíz de esta experiencia nada grata que tuve en terapia intensiva empecé a reflexionar sobre justamente este síndrome que se vive en la unidad de terapia intensiva este síndrome de paranoia de angustias de alucinaciones, donde es un espacio atemporal y en el que estás viviendo circunstancias que normalmente no estás expuesto, yo recuerdo que estando en ese momento pedí pluma y lápiz y me di cuenta que los sonidos eran algo que estaba sobre cualquier sentido, cuando tú trabajas mucho sobre lo visual te entretienes en lo que ves etc. y en estos espacios estás completamente aislado de todo. En hojas de papel empecé a anotar obsesivamente todos los sonidos que iba escuchando, para sacar un poco estrés, ansiedad, angustia y este miedo que estaba viviendo.
Sobre todo estás entre cuatro paredes blancas donde no hay nada visual en el que te entretengas y solamente hay un incisivo beep beep beep, a partir de esas hojas y de reflexión sobre lo que estás expuesto como paciente en un hospital y lo vulnerable que eres, surgieron estas frases inconexas con un poco de fantasías entre sueños.
Finalmente haces una reflexión sobre este punto límite al que llegas como ser humano, cuando llegas a un lugar como el de terapia intensiva o a una hospitalización en la que te rindes ante todo esto. Esta instalación nos puede ayudar a reflexionar y a ponernos en el lugar del otro, a tener un poco de empatía y darle un sentido diferente a lo que están viviendo tantas personas en esta situación.