Serie de 108 esculturas que entretejidas conforman un mala hindú. Es en estas 108 repeticiones, una manera simbólica de conectarnos con los ciclos cósmicos que rigen el universo. Cada paso de la repetición y del tránsito por estas piezas está asociado con una fuerza energética, con una bendición especial, que nos alínea simbólicamente con la conciencia humana y la luz divina en el centro de nuestro ser.

En 108 se perciben los vestigios que develan a aquellos personajes que se presentan como ajenos y que quedan vinculados con nosotros a través de las piezas escultóricas.

A través de este proceso de repetición de elementos busco dar a conocer las distintas individualidades perdidas y desconectadas de nosotros e intento generar una reflexión poética que conecte con la empatía universal a partir de este microcosmos.