El arte es una necesidad social mediante la cual se expresan imágenes de la realidad y de la psique del ser humano, de tal manera que logra interpretar la vida a través de ideas y creencias.
Comprender que el arte es un medio sensible para aprender la realidad, significa convertirlo en una necesidad primaria para la sociedad.
El arte como manifestación social y cultural ha venido sucediendo de maneras diversas en los diferentes momentos históricos. Desde los inicios de la historia del hombre, a través de las pinturas rupestres, hasta el día de hoy en las calles y los museos.
El arte contemporáneo comprende las expresiones artísticas del siglo XX (1945 aprox.) a nuestros días. Estas propuestas artísticas se distinguen por presentar una serie de ideas que revolucionan el arte con la ruptura de los modelos tradicionales, su carácter crítico y experimental.
La obra contemporánea siempre se ubica del lado de la transgresión, de lo crítico, lo rebelde, lo que rompe.
El arte contemporáneo ha cambiado sus estrategias, paradigmas, lenguajes, herramientas y ahora no es tan fácil definir qué es una obra, ya que muchas producciones artísticas implican procesos de comprensión y algunas nociones y principios básicos de la educación para profundizar la vinculación entre los públicos y la reflexión crítica.
Una de las características del arte contemporáneo sería la constante búsqueda de diferentes formas de expresión, la originalidad, la experimentación artística, la huella del autor.
En México entre los representantes del arte contemporáneo actual podríamos mencionar a Gabriel Orozco, Abraham Cruzvillegas, Teresa Margolles, Minerva Cuevas, Damián Ortega, Betsabeé Romero, Carlos Amorales, entre otros.
El arte, en el contexto social contemporáneo, ha dejado de ser una actividad creativa individual para transformarse en un proyecto de reflexión que incumbe tanto a la vida política y económica de las sociedades como a su propia dinámica de transformación y desarrollo.
El arte de crítica o denuncia es hoy un interlocutor y parte activa de la sociedad. Esto significa que un arte que no está conectado a la sociedad en la que vive carece de sentido. Si revisamos la historia reciente en México, a partir de los años 90’s se ve un retorno al arte como práctica crítica que inicia en los 60’s y 70’s, pero esta vez se sitúa en un contexto de globalización que obligaba al arte a cuestionarse las diferentes formas de la responsabilidad social.
Existen muchas iniciativas destacadas de arte social en México generadas a partir de la frustración generalizada de la situación social y política del país, su objetivo es ser un medio de expresión para el dolor y la indignación, pero también para la propuesta de un cambio. Teresa Margolles, artista conceptual, es una de las más importantes en este terreno. Trabaja con la denuncia con las mujeres de Ciudad Juárez, la violencia y el narcotráfico.